Los accidentes de tráfico por alcance son uno de los más comunes en las zonas urbanas y autopistas, sobre todo en zonas de elevada circulación. La mayoría de los conductores que están involucrados en este tipo de accidentes, frenan de manera imprevista, y de esta forma hacen que el vehículo que se encuentra en la parte posterior colisione por no poder evitarlo.
Respecto a las lesiones que presentan los accidentados, estas son lesiones cervicales, las cuales con el tiempo pueden ser graves a quienes las padecen. Aunado al hecho de estar involucrado en un accidente de tráfico y sufrir dolores de cuello, los lesionados pueden presentar dolores musculares a causa del efecto latigazo.
En el ámbito laboral de la Administración Regional, este tipo de accidentes es de los más frecuentes. En los últimos años, aproximadamente el 75% de los siniestros laborales de tráfico sufridos por el personal empleado público, han sido colisiones por alcance.

Una colisión por alcance supone el choque mediante alcance de dos o más vehículos que circulan en el mismo sentido uno detrás de otro. Normalmente este hecho suele producirse por dos circunstancias:
- Frenada repentina del vehículo que circula delante sin que el vehículo que viene por detrás tenga margen para frenar sin colisionar.
- Despiste y distracción al volante del conductor del vehículo que circula detrás, que sin aminorar la marcha colisiona con el que va delante.
En el ámbito de la responsabilidad civil en este tipo de accidentes, la regla general, a salvo de prueba en contrario, es que la responsabilidad de la colisión es de quien alcanza, es decir, del vehículo que circula detrás. Esto se debe a que la norma básica en materia de circulación vial (artículo 54 Reglamento General de Circulación) obliga al conductor del vehículo que circula detrás, a adaptar su conducción y mantener una distancia con el vehículo que circula delante que, en caso de ser necesario, le permita frenar el vehículo en condiciones seguridad sin colisionar.
De hecho, el Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, tipifica como infracción grave, no guardar la distancia adecuada. Este comportamiento lleva aparejada una sanción de 200 euros y 3 puntos del permiso de conducir.
¿Qué puedes hacer para evitar este tipo de accidentes?
La conducción preventiva te permite anticiparte a los imprevistos. Dominar la observación y una buena distancia de seguridad son claves en la conducción preventiva: un conductor preparado siempre tendrá ventaja a la hora de reaccionar y salir airoso de una situación comprometida.
Distancia de seguridad
La distancia de seguridad entre vehículos es una separación protectora vital, el ‘escudo’ para evitar una colisión por alcances en frenadas repentinas.

Para evitar un alcance son necesarios, al menos, 2 segundos de diferencia entre vehículos, que se pueden calcular pronunciando ‘1101, 1102…’ respecto a un punto fijo en la vía. Pero mucho cuidado, 2 segundos pueden ser insuficientes siendo necesario ampliar esta distancia:
- Con mal tiempo o asfalto mojado habrá de ampliarla a tres o más segundos.
- Cuando circulamos por carreteras con un carril por sentido, sin intención de adelantar, también deberemos ampliar la separación frontal, para permitir un adelantamiento seguro al que nos sigue.
- En algunos tramos, donde una colisión múltiple puede ser desastrosa, una separación adecuada es aún más necesaria. Dentro de un túnel, por ejemplo, la distancia de seguridad deberá ampliarse, al menos a 100 metros o 4 segundos de intervalo cuando no se pretenda adelantar.
Hacia atrás, la separación también es importante, especialmente en los adelantamientos, donde el conductor debe maniobrar sin poner en peligro a los vehículos adelantados y sin obligar a otros usuarios a modificar su trayectoria o velocidad.

Centrar la atención
- Mantener la vista a una cierta distancia anticipa una información muy valiosa para adaptar la conducción.
- También es muy importante saber siempre qué ocurre a nuestro alrededor. Para ellos el uso de los espejos retrovisores es básico. Las miradas a los espejos deben ser breves pero frecuentes, más en vías muy transitadas. Y cuidado con los ángulos muertos: puede disminuirlos girando ligeramente la cabeza, y también haciendo uso de la ayuda de asistentes electrónicos si su vehículo los tiene.
- Observar correctamente requiere dejar de lado cualquier distracción que impida concentrarse en la conducción.
- Las cinco distracciones más habituales y que tenemos que evitar son: Cansancio, móvil, radio, acompañantes, GPS.
Situaciones en las que una adecuada observación marca la diferencia:

¿Qué hacer en caso de sufrir un accidente por colisión por alcance?
En primer lugar, habrá que tratar de detener los vehículos en condiciones de seguridad y en un lugar que no altere la circulación:
- Si no es posible detener el vehículo fuera de la vía deberá intentar colocarse dentro del arcén derecho de forma que ocupe la menor superficie posible del carril derecho.
- Si el coche queda parado en el centro de la vía de forma que no se pueda mover, habrá que salir del vehículo con precaución, señalizando el siniestro rápidamente con las luces de emergencia y colocar la señalización advirtiendo el accidente. Ante todo, habrá que asegurar la zona del siniestro evitando que se produzcan otros siniestros.
Posteriormente, habrá que asegurarse que no hay heridos de gravedad, y si los hay, llamar al teléfono 112.
Lo siguiente será intentar hacer el parte amistoso del accidente con el otro conductor implicado. En caso de no llegar a un acuerdo se recomienda llamar a la policía.
A continuación, si has sufrido algún tipo de lesión deberás acudir al centro de la mutua colaboradora con la Seguridad Social (Ibermutua) más cercano y seguir los siguientes pasos: